Vierte, con mucho cuidado, ¼ de cucharada por cada litro de agua. Es importante que sea muy poco, de lo contrario tus flores se marchitarán antes.
Un poco de ácido acetil salicílico es lo que necesitas para que tus flores duren más tiempo. Aplasta dos aspirinas y viértelas en una taza de agua tibia. Espera a que se enfríe por completo y luego vierte el agua en el florero.
Sirve 2 cucharaditas por cada litro de agua. No necesitas más.
Añade unas cuantas gotas de vodka en el agua del florero.
Te recomendamos buscar un florero grande para que todos los tallos quepan bien y lleguen al agua sin atorarse unos con otros.
Para consentir a tus flores, como un día de spa, sólo necesitas una cucharada de azúcar blanca. Viértela en el agua para darle un poco de “alimento” extra.
Ten cuidado de no saturar los pétalos, sólo rocía un poco desde una distancia de mínimo 10 cm, lo que ayuda a que se preserve su belleza por más tiempo. Muchas personas hacen este truco en los bouquets de novia.